sábado, 10 de mayo de 2014

Al buen tiempo, buenas excursiones



Ahora  que nos acompaña el buen tiempo, no hay excusa para no salir de casa y acercarnos a todos los pueblos, espacios recónditos, naturaleza in crescendo que guarda España.

Quiero empezar con Rascafría, la conocí la pasada Semana Santa, me impresionó la multitud de personas que utilizaron sus horas para gastarlas jugando a la pelota con sus hijos, paseando, tomando un nuevo helado de las cartas de conocidas marcas, etc. Me encantó sentirme rodeada de vacas que estaban libres, paciendo, comer una empanada al lado del río con un fondo de agua corriendo, brisa que adormecía la siestas, la claridad del verde y la buena compañía. 

Tal paz sintieron los monjes del s. XIV que fundaron el Monasterio de Santa María de El Paular. Juan I, Rey de Castilla puso la primera piedra a la futura cartuja que estaría dentro de las seis primeras españolas. Su historia se vio interrumpida con la Guerra de la Independencia y la Desamortización de Mendizábal.  En la época de Franco se ofreció el Monasterio a los cartujos que lo rechazazaron, lo aceptaron unos monjes benedictinos de la Rioja.

La vista exterior del Monasterio es muy bonita, no pudimos entrar porque nuestra principal intención era hacer una ruta y dirigirnos hacia la cascada de “El Purgatorio”, cuando regresamos de la ruta, la tranquilidad y disfrutamos del agua; el Monasterio ya se encontraba cerrado.

La ruta comienza en el puente de “El Perdón”, transcurre entre diversidad de pinos y robles, continúa por la ribera del arroyo de Aguilón, hasta llegar a la cascada. Nosotros no llegamos, la ruta es de una hora, comimos, con nuestra toalla nos tumbamos a la sombra, descubrí una pequeña cascada, pero no era la espectacular que he podido visualizar ahora, habrá que volver a repetir.  Esta ruta me recordó a otra que hicimos para ir a ver la Cascada de Xoxorrin en Navarra, cambiaríamos las vacas por las ovejas. Quizás más colorido en esta última.















El sábado anterior mudamos el monte por un pueblo rural, Patones de Arriba, proviene su nombre del apellido de sus fundadores que era Patón. Se descubre en un padrón del s. XVI por motivo de la reparación de un puente sobre el río Jarama. Un nuevo padrón que se encuentra en el Archivo de Simancas menciona la alquería de la Hoz de los Patones (Patones de Arriba).

En 1769 consigue independizarse de la Villa de Uceda, por suerte, debido a su situación oculta se libró del asedio de los franceses en la Guerra de la Independencia, claro que se trata de una leyenda, pues hubo por medio un pago de una vaca y 50 libras de carne al destacamento francés de Torrelaguna.

Una de las primeras obras de canalización de agua que se hicieron en Madrid fue aquí en el s. XIX. En el s.XX se fue conformando en el llano, Patones de Abajo. 
Patones de Arriba está declarado como Bien de Interés Cultural, con toda la protección que otorga la Ley de Patrimonio Histórico. 

Me impresionó mientras accedía andando por la carretera hacia el puente sobre el rio Jarama, una aldea entre dos montañas, de piedra, completamente rústica, seguro que de noche es aún más bonita porque me recordó a la ciudad de cuento que es Brujas. Nada más entrar en el pequeño pueblo nos recibió con trufas naturales.  Pudimos degustar en “La terraza de Patones” buena gastronomía a la par que sus vistas. Recomiendo el revuelto de morcilla con calabacín y la tarta de queso con arándanos.

Una vez que veáis las majestuosas vistas, los tinados y arrenes, destinado a cobijar al ganado caprino y ovino, son construcciones rectangulares realizadas a base de pizarra, sin cubiertas, ni divisiones internas. Recomendable, pasear hasta la Fuente nueva y el lavadero, en la que una chica sufrió un percance, pues se clavó una teja en la cabeza al evitar el agua que su compañero quería echarle de la fuente.

Reposar la comida en un campo entre olivos puede ser una buena experiencia, eso sí, no evitaréis las miradas de los transeúntes que quieran adentrarse desde la carretera a la aldea. 







Otra manera de viajar hacia una gran ciudad como New York es hacerlo a través de la mano de Javier Cámara, Raúl Arévalo y Carmen Ruíz  en la película, La vida inesperada.  Guión de Elvira Lindo. Director, Jorge Torregrosa.

Película que nos muestra lo que puede representar el sueño americano, lo que es en realidad esa ilusión, los fracasos y amores. Los riesgos que hay que tomar en la vida para ser felices. Javier Cámara en su papel de Juanito, hace un constante homenaje a la gastronomía española, al teatro español como por ejemplo, “Tres sombreros de copa”. Trabaja en multitud de espacios para poder permitirse un apartamento en la Gran Manzana. Se mofa de los típicos turistas españoles que se cansan de comentarle lo mal que se come allí y de cómo se comportan los americanos. Su primo aparenta una vida perfecta cuando la realidad es que no se atreve a afrontar lo que realmente quiere, esto es algo muy común en la mayoría de las personas, no es fácil tomar riesgos y más cuando pueden suponer un cambio drástico en tu vida.  “La vida tiene giros inesperados, a veces las cosas no salen como siempre parecen”. La recomiendo, a mí personalmente me hizo reflexionar, tener otra mirada sobre la ansiada New York y los actores son excepcionales.



Si tenemos ganas de viajar a la época de los Borbones, allá por el siglo XVIII-XIX, en la ajetreada ciudad de Barcelona, os recomiendo el libro de “Señoría” de Jaume Cabré. Lucha de poder en toda regla, retrata a unos personajes ociosos, caníbales en sus ansias de poder que no tienen problema de quitarse piezas importantes en sus jugadas con tal de seguir predominando en la alta sociedad. El protagonista es un juez, rico, poderoso, dicta sentencia sin ninguna impunidad, pero cuando la cosas se trata de su persona, tiene la capacidad de autocompadecerse y sentir piedad. Eso sí, importante no estar en boca de nadie y seguir representando su papel. Caricaturiza la aristocracia y su ocio, compaginan la astronomía con las mujeres de baja alcurnia. La corrupción y el abuso tampoco es algo reciente, sino que ha estado presente en distintos grados, estados y sobre todo en unos estamentos más que en otros. La picaresca que muestra el Lazarillo de Tormes no ha abandonado del todo algunos ámbitos.



“Cada uno vive su propia vida como mejor le parece” J. Cabré

Más información: http://www.patones.net/
http://www.rascafria.org/

2 comentarios:

  1. que gustazo.. Patones, Rascafría... una preciosidad.. con tus coments da gusto aptc estar ahí y la peli la apunto..
    bs

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  2. ¡¡Muchas gracias!! Me alegro que te apetezca verlo in situ, merecen mucho la pena ambas opciones.

    La película es una buena historia y tanto el director como los actores han sabido cumplir las expectativas, raro es alguna que no me guste en la que actúe Javier Cámara.

    Un abrazo

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