Ayer por la tarde estuve viendo un documental muy interesante y
productivo de Nathional Geoghaphic, “Conviérteme en un genio”, nos habla sobre
la infancia de la gran maestra de ajedrez, Zsuzsa Polgár, de cómo todos los
niños pueden llegar a ser genios según entrenen su cerebro y como los músculos,
se debe ejercitar para sacar la mayor productividad.
Zsuzsa pasó su infancia en Hungría, de familia muy humilde. Gracias
a su padre, Psicólogo que estudiaba la genialidad en los niños, pensaba en cómo
Mózart ya componía sólo con 5 años. Se basaba en un estudio especializado,
llegó a escribir un libro, “Cómo educar a un genio”. Se tienen que dar dos circunstancias:
el trabajo y las situaciones afortunadas. Dado que no iba a sacar provecho
yendo al colegio todos los días, estudió de manera fortuita el ajedrez cuando
se cayó el tablero de un estante. Actualmente y tras entrenar durante
muchísimos años, ha llegado a jugar de memoria, teniendo el tablero, las piezas
y los movimientos en su cabeza. Reconoce las jugadas como el que reconoce las
caras y utiliza la misma parte del cerebro para ello, el área fusiforme facial.
La ponen a prueba dado que pasa un camión con un tablero en su
lateral y colocadas las piezas en grupos, la protagonista a través de su
memoria de trabajo y de trocear la información, es capaz de colocar las piezas
en su tablero, tal y como estaban en el camión. El ejemplo de un camarero que
memoriza 23 pedidos funciona igual. Cuando vuelve a pasar ese camión pero con
las piezas dispersas, ya no es capaz de colocarlas según ese tablero, porque se
supone que sólo podemos memorizar siete unidades de información, pero si
troceamos la información y la colocamos en grandes grupos, todos somos capaces
de memorizar más datos. Esto también requiere entrenamiento y una memoria de
trabajo.
El documental también nos cuenta la diferencia a la hora de cómo
utilizar nuestra herramienta, en chicos y chicas, para ello visitan el
laberinto más grande del mundo. Los chicos una vez que lo inician, recuerdan
aspectos generales, dónde han estado y dónde tienen que ir. Son mejores en el
pensamiento espacial y ellas se concentran en detalles más concretos, dependen
del lado izquierdo del cerebro, de punto de referencia a punto de referencia. Finalmente,
la conclusión es que cuando se hace una cosa repetidas veces, ya no utilizas la
memoria, sino la intuición de manera automática.
En relación con los dos lados del cerebro, el izquierdo (lógica,
analizar, detalles); el derecho (imaginación, orientación espacial, creencias),
analizando personajes creativos se observa que como en todo, las cosas no son
en blanco o negro y se acaba por utilizar ambos, incluso en aspectos o materias
que predominan uno de los dos.
Al igual que leer, escribir, requiere un aprendizaje; también la
creatividad, el desarrollo de capacidades y habilidades que se nos dan bien; piden
sobre todo ganas y pasión. En segundo lugar, mucho trabajo y sacrificio, pero
todo se consigue. Recomendaría varios artículos sobre Ken Robinson y otro, en
el que nos hablan de la educación en las escuelas. Pienso que como en otras áreas,
ésta, siendo la más importante necesita aire fresco, más innovación,
imaginación, destreza y no las mismas estructuras que se impusieron hace
siglos.
http://www.lavanguardia.com/lacontra/20101103/54063818455/la-creatividad-se-aprende-igual-que-se-aprende-a-leer.html
http://www.elmundo.es/elmundo/2013/09/30/ciencia/1380568807.html
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/05/actualidad/1365175865_448281.html
El
último trabajo que hice en el Curso de Coaching, trataba de un proceso por el
que hace tiempo también yo realicé en una sesión y era enfrentarse a una
presentación pública de un trabajo. En la evaluación de esa sesión inventada,
analizaba objetivos como: el general (realizar una buena presentación);
iniciativa (adelantarse a los demás a la hora de elegir la temática, la
capacidad de buscar algo que te apasione y que no se haya tratado o sí, pero
desde otro punto de vista, superación ante dificultades en el trabajo);
voluntariedad (ofrecimiento a realizar una o varias partes, ayuda al compañero,
capacidad de combinar y desarrollar, disposición a la hora de querer pasar por
ello); desempeño (motivación, entorno del estudio, técnicas de trabajo,
reconocimiento del mismo); rapidez (fluidez de palabra, características e
hipótesis, memoria, capacidad de reproducir lo aprendido, visualización de la
presentación, fluidez mental, adelantarse a las preguntas que podrían
hacernos); valor (darle utilidad a lo aprendido, capacidad de argumentar,
capacidad de duda, de planteamientos); compromiso (capacidad de cumplir con lo
acordado, identificación con lo que se está desarrollando, grado de
implicación); trabajo en equipo (empatía, competencia social, capacidad de
consenso, alternativas ante los desafíos); y por último el aprendizaje. Esto parece
una sesión de Coaching u objetivos de trabajo, ¿no se podrían poner en práctica
en la educación? ¿No se adelantarían al día que tengan que enfrentarse a una
experiencia laboral? En definitiva, es a lo que finalmente desembocarán,
seguramente por ese camino encuentren lo que realmente les guste y tengan la
opción de ir a por ello. Puede ser utópico, así le han llamado algunos
periodistas a Ken Robinson, si no nos dan la oportunidad de equivocarnos, nunca
lo sabremos.
Por último, quería recomendar el último libro que he leído, “Operación
Gladio” de Benjamín Prado, os dejo la entrevista que le hicieron en el que
habla de su argumento. El anterior, me lo recomendaron en la facultad y me
gustó mucho. Con todos los sucesos del pasado fin de semana, a mí personalmente
me encantaría leer en la prensa, tanto en columnas de escritores como en
artículos de periódicos una visión de conjunto, es decir, supongo que buenos y
malos los habrá en todos los lugares, pero al final lo que acaba ocurriendo es
que se olvida el por qué miles de personas se concentraron y que reflexiones
sacan los de arriba a raíz de esto y no me interesa, los argumentos de siempre,
basándonos en algunos hechos puntuales. Hace años, cuando me iba a trabajar
cada sábado, veía árboles tirados y papeleras quemadas, peleas, vandalismo como
diversión de algún personaje nocturno, no lo retransmitían en la televisión, ni
en la prensa. No le veía la gracia entonces y se la sigo sin ver ahora, pero me
imagino que es el mismo daño en ese momento que ahora. La verdad que se te
quitan las ganas de leer la prensa porque lo que observas es que los medios
siguen estando muy politizados, te das cuenta que pase lo que pase las cosas
siguen igual, los argumentos de los políticos están ya trillados y con sabor a
añejo. Todos deberíamos evolucionar, tratar de arreglar las cosas. Millones de
personas saben hacer las cosas de manera pacífica, con mucha paciencia y
educación, entre ellas me incluyo. Que no deja de luchar por lo que cree que es
justo y de sobrevivir; de dar a los suyos lo que mejor pueden ofrecerles. En
ellos es en los que tienen que pensar. Me
consta que muchas personas que votan, también pueden estar en contra de medidas
de lo votado, no puede servir de justificación. Los extremos nunca han sido
buenos, pero la mayoría no está en ese lado.
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/04/05/actualidad/1365175865_448281.html
"El carácter propio de la verdad consiste en no ser nunca extremado"
Me ha gustado tus comentarios sobre el documental.. voy a buscarlo y a verlo tiene una pinta fantástica. y el libro que recomiendas ya forma parte de mi mini blioteca portatil. Y estoy de acuerdo en que los medios son una herramienta peligrosa si se politiza, que es ni mas ni menos que ocurre actualmente, y es una pena porque una historia puede ser el día y la noche dependiendo quien la cuente y como. El periodismo debe ser siempre un ejercicio de la expresion libre y sobre todo un ejercicio de veracidad.Besos
ResponderEliminarMe alegro que te haya motivado para querer ver el documental, es una parte sólo. Se compone de tres capítulos, podría dejarte el Dvd. El libro es genial, si te gusta el espionaje, típico en plena Guerra Fría. Mala gente que camina que es el anterior, también lo recomiendo. Totalmente de acuerdo en que el periodismo debe ser ejercido en base a una expresión libre de la palabra, pero no se debe olvidar el conjunto de los hechos y como tú bien dices la veracidad, dado que verdades hay muchas y no sólo una forma de contarla. No caer en los extremos sería un ideal. Muchísimas gracias por tus comentarios que siempre son una gran aporte.
ResponderEliminarUn abrazo y muchas gracias por leer estas líneas.
Dalia Azul