Felicitadas
las fiestas y ya preparando las pequeñas cositas que quién puede se lleva a la
boca hacemos reflexión de lo acontecido hasta la fecha, que no ha sido poco.
Tras dejar una
situación hostil que menos aprender me llevaba a llevarme el mal trago a casa,
se puso punto final y creo que bien puesto, para mirar hacia delante y luchar
por aquellos propósitos que nos hemos marcado
para lo siguiente que está por llegar.
Más que desear
que se cumplan los deseos prefiero decir que consigas lo que te propones,
porque supone esfuerzo por tu parte y acción para llevarlo a cabo, los deseos
es como si los dejaras a la suerte, al destino que te los traigan y algunas cosas
pueden suceder así, pero no la mayoría o al menos, los grandes sueños. Se necesita
entusiasmo, atrevimiento y muchas veces salir de lo ya conocido, esa famosa
zona de confort, para atreverse a realizarlo.
Mirar lo que
tenemos delante, vivir el momento, puede sonar muy repetitivo pero lo olvidamos
según nos invaden sensaciones y situaciones. Me recuerda a la última película
que he visto, “La ventaja de ser un
marginado o The Perks o Bein a Wallflower”. El protagonista debido a su
situación no vive el comienzo del curso, vive el final a lo que quiere que pase
rápido debido a situaciones anteriores, pero llega a enfrentarse a ella. Vive un contexto denominado bullying o acoso
escolar, circunstancias que siempre han existido en los colegios, institutos, sólo
que ahora se le ha puesto un nombre y se le ha dado más importancia, menos mal
por otro lado. Muy similar a esas mismas condiciones pero en ambientes laborales,
como es el mobbing o acoso laboral. Si queréis adentraros en el tema y aquellos que os guste la psicología o al
menos tratar de saber lo qué es para atajarlo, existen cursos en la Uned.
Por desgracia,
está a la orden del día y quizás ahora sea más incisivo porque vivimos una
situación muy difícil en la que a muchas personas no les queda más remedio que
aguantar y sufrirlo días tras día. Pienso que también se debe a la educación
porque siempre se ha dado prioridad a la
competitividad, la nota, indicador de futuro y catalogación de personas. Por
otro lado, el miedo, la sumisión, etc. En mi opinión es ridículo por muchas
razones, tal vez si nos enseñaran desde pequeños/as lo importante que son los
valores, la actitud con la que nos enfrentamos a las cosas, a las personas, lo
que significa la palabra asertividad y no tratar de aprenderlo cuando se ha
sufrido, estaríamos hechos/as de otra materia, porque es tan fácil ser el
domador/a como la/el domada/o.
El
protagonista de esta historia se va a hacer amigo de ese chico que se mete con
los profesores y que por otro lado le increpan a él, si no hay un motivo se lo
inventan, acabarán gritándole su sexualidad. Lo más normal en la realidad,
cuando no debería serlo y menos hoy en día.
También trata temas como el maltrato, observa como pegan a su hermana y
como ella se echa la culpa, “porque le ha provocado”, esta frase también es muy
acorde con aquellas personas anuladas, sumisas que se creen lo que les dice una
persona insegura que probablemente tenga más problemas que ella o él, pero
descarga su violencia de esta forma, antiguamente era un sinónimo de hombría.
La película
llega a un momento muy interesante en el que se reúnen personas a las que
catalogan como marginados o diferentes, si los etiquetamos serían “el gay, la
punk, el marginado, la rarita”. El mejor momento cuando se forma un grupo de
personas que se comprenden y que una vez que las conoces descubres que son
buenos/as lectores/as, inteligentes, tienen mucho que decir, suena esta frase, “Ves cosas y las entiendes”, no eres
como el resto, no sigues los cánones
establecidos y piensas por ti mismo/a. Se trata de la “isla de los inadaptados”.
Charlie que
simplemente es tímido no prejuzga porque no quiere que lo hagan con él y siente
empatía, vaya dos grandes valores. Y llega una pregunta, ¿por qué personas que son buenas salen con otras que no merecen la pena?
Aceptamos el amor que nos creemos merecer. Y así pasa con el amor, con la
amistad y con los trabajos, porque muchas veces creemos que nuestra labor en el
mundo es aguantar porque otros/as lo hacen y es incorrecto, porque lo mejor
para ser feliz es hacer lo que quieres con quien quieres y cómo crees que debes
hacerlo.
De todo se
aprende, pero al final te das cuenta que cuando soportas algo que no te gusta,
tú te acabas alejando o no permites que entre en tu vida. Cuando una persona
realmente le importa otra, lo único que quiere es que sea feliz.
Otra gran
verdad, “Aunque no podamos elegir de dónde
venimos podemos elegir a dónde vamos” y en ese preciso momento, “no eres una historia triste, estás vivo, te
pones de pie y recuerdas el momento en el coche con las personas que más
quieres en el mundo y en ese instante sabes que somos infinitos”
Felices
fiestas y no dudéis de vosotros/as mismos/as porque todos sabemos lo que
realmente queremos. Gracias, por leer estas líneas y a mi familia, amor,
amistades que siempre están ahí y nunca han dejado de estarlo.
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