No me gusta que las cosas se hagan
por hacer sin cerciorarse de lo que se está haciendo, odio irritarme por
tonterías.
Odio cuando un señor con bastón entra
en un transporte público y no le dejan sentarse, eso me recuerda a un día en el
que unos adolescentes inmaduros y malcriados se reían de un pobre señor que su
única sujeción era su bastón. Los gritos sin respetar a los que tienes a tu
alrededor, el olor a suciedad desde una hora temprana cuando te diriges a tu
trabajo.
Los comentarios sarcásticos hacia las personas que no se conocen. La basura en el mar, playas y campo, como durante una
mañana nos dedicamos a recoger basuras en la playa de Carboneras, es una falta
de respeto hacia el mundo en el que se habita, el aire que respiramos y los
seres vivos que nos rodean, pero sobre todo una falta de respeto hacia uno
mismo porque muchas de las cosas que degradamos y maltratamos se necesitan para
vivir.
No me gustan las competencias que se
crean entre las parejas y los reproches, cuando deberían ir de la mano y
apostar por algo en común, no por machacarse mutuamente. Los argumentos sin
investigación ni razonamiento. La música a todo volumen cuando nadie te ha
invitado a compartirla. El maltrato hacia personas, animales o plantas, aquí
hablaríamos de violencia de género, toros o festejos varios y pisar o talar o
balancear árboles, no quieren que se nos comparen con animales y a veces somos
como orangutanes descontrolados.
La mala educación, entrar a un
establecimiento sin saludar, ni dar las gracias simplemente exigiendo puesto
que eres el que está al otro lado y hay que demostrar autoridad. La sequedad,
la dejadez y la pereza. La falta de cuidados o de mimos.
El abandono de animales o personas, como si se
desprendiesen de una tela. Las personas que nos toman el pelo porque en
posición están por encima y además se creen por encima. La falta de humildad o
sencillez. Las apariencias, el don sin din.
Las críticas no constructivas, las
quejas sin solución, los estreses y faltas de motivación. La salsa barbacoa,
kétchup, tomate frito, picante, brava, etc.
Las acomodaciones en el trabajo, en
la pareja, con los hijos, con los padres, el no me esfuerzo que me canso y
total no merece la pena.
Los chistes de catástrofes, muertes.
La pasividad en extremo hacia todo y todos. La comida quemada, cuando tengo
frío y me duele la espalda, las discusiones, preocupaciones y las vueltas de
tuerca. La aspereza del tacto. La carencia de concentración en el momento. La
mirada al pasado o al futuro. Los nervios insanos. Las batallas por el comercio
u otros objetivos desconocidos, el hambre, la miseria, el abandono, la falta de
ayuda. La intolerancia, el miedo, la xenofobia.
La mentira, insensatez,
irresponsabilidad, la injusticia de la mayoría y el beneficio de unos pocos. La
carencia de valores, principios, impulso y agallas. El no coger el toro por los
cuernos, las insatisfacciones, frustraciones y culpas.
La tristeza, aburrimiento, el no
aprovechar el tiempo, las malas sensaciones, el olvido, la comida fría cuando
es caliente y caliente cuando es fría. La no dedicación en las tareas, apatía,
impaciencia. No me gustan los gritos en diálogos o debates, no controlar lo que
no te gusta. Sentirse atrapada, agobiada. El acoso escolar, laboral, etc. La
agresividad, peleas, no ayudar a los que tienes alrededor, ya sea una caída en
el metro, cerrar los ojos cuando deberían estar abiertos. Pisar una defecación,
un plátano, etc.
La comida gelatinosa exceptuando la
gelatina de frutas. La grasa en abundancia. El olor a repollo o al de pescado
en la ropa. Los sinvergüenzas, caraduras, asesinos, violadores, los que buscan
miles de tretas para hacer el mal y nunca pagar por ello. Los grandes ladrones,
los prejuicios. El nunca ponerse en el lugar del que está en frente. El dinero
mal empleado, los recortes a la educación base de ampliar miras, engrandecer
mentes, tijeretazo a la sanidad. Los deportes que dejaron de serlo para pasar a
ser un negocio con márgenes de beneficios, pérdidas, insolvencias, faltas de
pago y rescates. Los timadores, preferentes, cláusulas hipotecarias, el dinero
prestado, vivir por encima, el engaño, la trampa.
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