domingo, 29 de diciembre de 2013

NO ME GUSTA



No me gusta que las cosas se hagan por hacer sin cerciorarse de lo que se está haciendo, odio irritarme por tonterías.



Odio cuando un señor con bastón entra en un transporte público y no le dejan sentarse, eso me recuerda a un día en el que unos adolescentes inmaduros y malcriados se reían de un pobre señor que su única sujeción era su bastón. Los gritos sin respetar a los que tienes a tu alrededor, el olor a suciedad desde una hora temprana cuando te diriges a tu trabajo.



Los comentarios sarcásticos hacia las personas que no se conocen. La basura en el mar, playas y campo, como durante una mañana nos dedicamos a recoger basuras en la playa de Carboneras, es una falta de respeto hacia el mundo en el que se habita, el aire que respiramos y los seres vivos que nos rodean, pero sobre todo una falta de respeto hacia uno mismo porque muchas de las cosas que degradamos y maltratamos se necesitan para vivir.



No me gustan las competencias que se crean entre las parejas y los reproches, cuando deberían ir de la mano y apostar por algo en común, no por machacarse mutuamente. Los argumentos sin investigación ni razonamiento. La música a todo volumen cuando nadie te ha invitado a compartirla. El maltrato hacia personas, animales o plantas, aquí hablaríamos de violencia de género, toros o festejos varios y pisar o talar o balancear árboles, no quieren que se nos comparen con animales y a veces somos como orangutanes descontrolados.



La mala educación, entrar a un establecimiento sin saludar, ni dar las gracias simplemente exigiendo puesto que eres el que está al otro lado y hay que demostrar autoridad. La sequedad, la dejadez y la pereza. La falta de cuidados o de mimos.

 El abandono de animales o personas, como si se desprendiesen de una tela. Las personas que nos toman el pelo porque en posición están por encima y además se creen por encima. La falta de humildad o sencillez. Las apariencias, el don sin din.

Las críticas no constructivas, las quejas sin solución, los estreses y faltas de motivación. La salsa barbacoa, kétchup, tomate frito, picante, brava, etc.

Las acomodaciones en el trabajo, en la pareja, con los hijos, con los padres, el no me esfuerzo que me canso y total no merece la pena.



Los chistes de catástrofes, muertes. La pasividad en extremo hacia todo y todos. La comida quemada, cuando tengo frío y me duele la espalda, las discusiones, preocupaciones y las vueltas de tuerca. La aspereza del tacto. La carencia de concentración en el momento. La mirada al pasado o al futuro. Los nervios insanos. Las batallas por el comercio u otros objetivos desconocidos, el hambre, la miseria, el abandono, la falta de ayuda. La intolerancia, el miedo, la xenofobia.



La mentira, insensatez, irresponsabilidad, la injusticia de la mayoría y el beneficio de unos pocos. La carencia de valores, principios, impulso y agallas. El no coger el toro por los cuernos, las insatisfacciones, frustraciones y culpas.



La tristeza, aburrimiento, el no aprovechar el tiempo, las malas sensaciones, el olvido, la comida fría cuando es caliente y caliente cuando es fría. La no dedicación en las tareas, apatía, impaciencia. No me gustan los gritos en diálogos o debates, no controlar lo que no te gusta. Sentirse atrapada, agobiada. El acoso escolar, laboral, etc. La agresividad, peleas, no ayudar a los que tienes alrededor, ya sea una caída en el metro, cerrar los ojos cuando deberían estar abiertos. Pisar una defecación, un plátano, etc.



La comida gelatinosa exceptuando la gelatina de frutas. La grasa en abundancia. El olor a repollo o al de pescado en la ropa. Los sinvergüenzas, caraduras, asesinos, violadores, los que buscan miles de tretas para hacer el mal y nunca pagar por ello. Los grandes ladrones, los prejuicios. El nunca ponerse en el lugar del que está en frente. El dinero mal empleado, los recortes a la educación base de ampliar miras, engrandecer mentes, tijeretazo a la sanidad. Los deportes que dejaron de serlo para pasar a ser un negocio con márgenes de beneficios, pérdidas, insolvencias, faltas de pago y rescates. Los timadores, preferentes, cláusulas hipotecarias, el dinero prestado, vivir por encima, el engaño, la trampa.


           El sufrimiento, pagar por todos, los amores no correspondidos, la malnutrición, la no curiosidad o desinterés. Las creencias por encima de las personas, no me gusta el chándal si no es para hacer deporte. Comer por gula y sin hambre. Las persona que no escuchan y censuran. Que nos quiten los derechos, las etiquetas que nos ponen o que ponemos, la humillación, arreglar problemas con violencia y no con palabras. Las armas. Observar como niños pisan el césped mientras sus padres conversan sobre el partido del domingo, la dentera, la comida salada o picante. La falta de gratitud, las esperas sanitarias, convertir grandes canciones en modernas de discoteca. La quema de libros a lo largo de la historia, no apreciar lo que está a nuestro alrededor, las interrupciones en clase por contarle a tu compañera lo que hiciste el fin de semana. No respetar los gustos de los demás. Cucarachas en restaurantes, pelos en la sopa, moscas mientras comes. La falta de limpieza, las generalidades basándonos en dos casos que conocemos, los malos juicios, las drogas (tradicionales, de diseño, etc.) el alcohol sobre todo si es en exceso y pasa la bebida a dominarte a ti en vez de tú a ella. Dejar escapar personas valiosas por supuestas faltas de recursos.

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