Soltar….
Llevo haciendo
eso que tantas personas están intentando alcanzar, pero que por una cosa u otra
no lo consiguen, les ponen trabas ya sea por edad, por estudios o por
experiencia y que ya por el hecho de conseguirlo, tienen que dar gracias por
una parte y por otra aguantar.
Eso no es
compatible con lo otro, me gusta el trabajo que hago, en realidad debería decir
me encanta trabajar, me hace sentirme útil, activa, puede hacerte contar con
algo sólido con lo que soñar y que por desgracia otros han perdido y es un
colchón económico no muy alto, pero tal y como están las cosas, nos conformamos.
Eso sí, no
quiere decir que tengas prohíbido decir no, mostrar tus emociones y rechazar lo
que tienes o incluso alguna vez decir lo que no te gusta, porque a los
trabajadores no les pagan por amenazas y no les pagan por los malos ambientes
de trabajo, si cada uno de nosotros hiciésemos un esfuerzo por ponernos en el
lugar del otro, todos ganaríamos. Dejáramos
de machacar y de jugar a “vamos a ser psicólogos”, probablemente
habría menos bajas médicas y no se saturaría la sanidad. No sé si esas personas
saben que es tan difícil mantenerse como empezar, que todos más tarde o más
temprano tuvimos que aprender, nos tuvieron que enseñar y si hay algo
necesario es no me juzgues porque no me conoces, me callo porque elijo callarme
y no porque sea más tonta, menos inteligente que tú y hablo porque quiero
hablar.
Antes de
emitir alguna incongruencia, improperio de tu boca, piensa en lo que vas a
decir y no olvides que todos emprendemos una nueva andadura alguna vez. Hoy llegó
ese día, no haber preguntado, eso sí, no nos llevan a ningún terreno que no
queramos ir, lo más triste no es la regañina de un jefe, sino las trabas o
zancadillas que ponen personas con las que pasas mucho tiempo y que sólo porque
sea llevadero debería ser de otra manera, ya que la realidad es que seguramente
estas personas estén peor que tú en otros aspectos.
La convivencia
en estos ambientes es a veces muy difícil, superable, a veces personas cercanas
nos dicen que no tiremos la toalla, en mi caso, jamás he tirado la toalla
porque aunque no lo recuerden o no lo crean, llevo bastante tiempo como mucha
gente subida a este barco, igual no en un mismo lugar pero sí en muchos otros y
si yo tengo que solidarizarme con todas las personas que alguna vez lo han
pasado mal en sus vidas laborables, que esas personas se solidaricen a su vez
con el resto. Porque para poder pensar en los demás primero tenemos que pensar
en una/o misma/o.
Hay algo mucho
más importante que todo lo anterior y son las personas que siempre están ahí. Son realmente lo que debe quedar resaltado. Familia,
sobre todo mis padres, vivan las madres cañeras y asertivas, un olé! Amigos,
una buena amiga me leyó un cuento en el que la moraleja era que no permitieras
que en definitiva te quitaran vida, sin importar lo que se pierda, porque
quizás se pierde para ganar mucho más, fuera el miedo y más alzar la voz,
gracias, Sonia. La ponferradina también. Y gracias churri por estar ahí.
Dicen que tú
eliges cómo estar y cómo tomarte las cosas, es cierto, pero también a veces
esas cosas superan tus fuerzas de choque.
Lo que he sacado en conclusión es que no quiero estar ahí, lucharé por
cambiarlo y dejaré que me afecte sólo lo necesario. Al final si nos lo
proponemos todos nos salimos con la nuestra y demostrando que las cosas se
pueden hacer bien.
Cuidado con
las personas consejeras o con los lobos con piel de cordero, que quieren que tú
tengas su visión o que al menos te la creas. Que jamás nadie os diga como soís,
eso sólo lo sabéis vosotros. La carrera
de Psicología, el Coaching, no se aprende de oídas, ni es regalado.
Algo aún más fundamental
y que por lo menos se logra superar es que la opinión de los demás está de más
y no debe afectarnos tan sólo para mejorar. Si no les gustáis ya deberían saber
cómo proceder y si no que cada palo aguante su vela, queda dicho.
Cuando nos
preocupamos tanto de lo que piensa una persona y de cómo es o no es, le estamos
dando muchísima importancia, gracias, me alegra saber que no paso
desapercibida.
Demos las
gracias y adiós, aquí ya no soís bienvenidos.
Mi desahogo: “Cuando
la gente reflexiona sobre las decisiones que tiene que tomar, normalmente acaba
desistiendo; hay que tener mucho valor para dar determinados pasos”
” Si no es
divertido, no lo hagas”
Quiero
compartir dos buenas canciones del genial Manuel Carrasco.
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