Esta semana, me siento muchísimo
más contenta, ya sabemos que las emociones no siempre son al gusto del consumidor
y a veces, debemos controlarlas y otras, dejar que fluyan. He de decir que casi
siempre mi felicidad se concentra en el fin de semana, el sábado después de
demasiados meses para mí, acudí a una entrevista para un trabajo que me
encantaría realizar, sólo por eso, ya me siento genial, es un primer paso, para
el siguiente escalón. Sería una gran oportunidad para ganar en experiencia y
formación, si tiene que ser para mí, lo será, seguiremos dando lo mejor y si
no, a por el siguiente. Lo extraño fue realizarla un sábado, las cosas que más
nos hacen felices, a veces se concentran en espacios cortos de tiempo.
Seguido, vino una reunión de
hermanos, amigos y sobrino. Fue genial, llovió, pero al mal tiempo, buena cara.
Aquí acudiríamos una vez más a la actitud ante las cosas, siempre impresionante
y muy clave en todo lo que nos acontece.
Como colofón, una noche
diferente, divertida, muy bien acompañada. Una amiga y yo acudimos a probar
esos manjares de la India, al mejor precio posible y nos recibieron con buenos
consejos y una amplia sonrisa. El paisaje estaba lleno de contrastes, una
iglesia románica a medio derruir, con un
amplio reloj. Una enorme pantalla de cine, multitud de personas con colores
bonitos, vistosos. Nosotras sentadas en la noche sobre un muro, tomándonos
cervezas “Cobra” y deleitándonos con nuevos sabores. De ahí, al encuentro con
más amigos, muchas risas, el local moderno, no nos gustó nada. Mala bebida,
cara y está muy bien poner arena de playa, sobre todo para poner en forma las
piernas, pero la música de relax a un fuerte volumen, no caldea el ambiente. Por
mi parte, no creo que repita en ese lugar.
Dentro de unas semanas quería recomendaros un taller
que realiza Kayros Institute, “Lidera a tu jefe”, que lo impartirá, el Trainer
y Coach experto en Liderazgo, Miguel Ángel López Morejón, el 25 de junio, no os
lo perdáis, aprenderéis mucho con él y sacaréis muchas cosas de vosotros
mismos. Darles mi enhorabuena más cariñosa a dos compañeras de trabajo, por esa
vuelta al ruedo. También a mi amiga, que por fin tiene a su amor azul.
Acabo de ver una película de Billy Wilder, “La tentación
vive arriba”, ésa en la que Marilyn Monroe aparece sexi con su vestido blanco
que se levanta tras recibir una bocanada de aire. Me ha parecido una película
divertida, me encantan los diálogos y la imaginación del protagonista, tal vez
sea un argumento simplista, habla de las infidelidades normales y repetitivas
que tienen muchos hombres tras quedarse solos en vacaciones, al marcharse sus
mujeres e hijos a la playa. Tras horas de trabajo, siempre recurren a los humos
y a las tentaciones. Cuando en realidad creo que es una crítica a esa sociedad
conservadora, inamovible, misógina. Sólo habría que atender al comienzo de la
película, al comparar la caza de las mujeres desde tiempos inmemoriales hasta ésa época. El título original es “La picazón
del séptimo año”, libro que lee el editor protagonista, escrito por un médico, narrando que
debido a la expiración sexual que sufrían muchas parejas tras llevar siete años de
casados, necesitaban de las vacaciones, para poder avivar su matrimonio.
Esta noche, toca mi ansiado “El
gran Gatsby”, no creo que supere al libro y muchas personas me dirán, que ni a
Robert Redford, puede que tengan razón, pero creo incondicionalmente en la
valía demostrada como actor, de Leonardo di Caprio. Mi amigo tendrá que darme
la razón, he pasado por los empapelados juveniles de pared, con la cara, cuerpo
del susodicho, ahora es simple admiración de su trabajo. Titanic marcó una
época, para bien y para mal. Y “Jack, cabía en el tablón de madera”, todos
éramos conscientes, menos James Cameron.
Me quedo con el mensaje de
Titanic: “A veces hay que saber soltar” y con una canción que me encanta...
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