¿Cómo reaccionáis ante los
encuentros inesperados y casuales en el tiempo? Os contaré cómo reaccioné yo.
El lunes fue el cumpleaños de mi padre y al regresar del trabajo, decidí darme
prisa para que no me cerraran la tienda de perfumes, con paso ligero emprendí
mi camino, traspasé calles y al cruzar una plaza, le vi. No pude dejar de
mirarle y aunque estaba sorprendida, curiosamente me sentía tranquila y en paz.
Giró su cabeza, creo que hacia dónde yo estaba, aunque no podría asegurarlo y
de repente se puso a mirar su móvil, son estas situaciones en las que no sabes
que hacer y miras el móvil o te enfrentas a eso que tienes delante y realizas
un gesto, una mirada, una sonrisa o realmente no has visto lo que tenías
delante. Decepcionada, pues pensé que me había visto, decidí continuar mi
camino, eso sí, ahora con una paso más seguro y firme. La otra opción hubiese
sido plantarme delante de su cara y decirle “hola”, aunque no me gusta hablar
de lo que hubiera pasado si.
Cierto es que me vinieron
muchísimas imágenes en ese instante, tan nítidas y tan claras, que no parecía
que hubiesen pasado tres años, aunque mi serenidad, me decía esto tenía que
pasar y ahora es cuando sabes que la vida sigue, que todas las cosas suceden por
algo y que esa persona, no era para ti, del mismo modo que tú no eras para él.
Las cosas no pueden probarse, finalmente, todo está sujeto a interpretaciones,
podemos pensar que igual no nos ha visto o que no quería vernos. Tanto de un
modo como de otro, sólo puedo pensar en mí, la respuesta es que otra vez será o
te deseo un bonito viaje.
Y ya que nos ponemos y tal como
yo lo veo, merecen recordarse unas buenas fotografías o anécdotas. La primera,
sucedió en la primera cita, le había conocido una noche gracias a una amiga y
en esa primera cita, recuerdo que estaba tan nerviosa, porque si de una cosa
estoy segura es que puedo ser de una forma o de otra, pero siempre he vivido
estas cosas de una manera muy intensa, a veces demasiado, pero eso es otro tema.
Aprovechando la visita de mi hermano y mi cuñanada, decidieron acercarme en
coche a mi encuentro con él. Se fue a buscar el coche y me dijo que le esperara
en el paso de peatones, aunque ambos pensábamos en pasos distintos, en ese
momento, se me olvidó como era el coche de mi hermano, las personas que irían
en el coche, mis nervios me traicionaban. Una vez en el paso, se paró un coche
blanco, asi que yo pensé, se ha parado, es mi hermano, (ya, estaba en un paso)
intenté abrir la puerta y nada que no se abría, miro al conductor y hago el
gesto de ábreme, cuándo vuelvo a la realidad y veo a un chico joven que me dice
que no y me doy cuenta de que ése no es mi hermano. Transcurrido el tiempo y
subida a su coche se lo cuento, la carcajada fue sonora.
Recuerdo otra vez, con este chico
que saqué un bote de crema del bolso en vez del abono, aunque esto me sucede a
diario, lo de sacar las llaves y no el abono, como a su inversa, es habitual.
También hay pasajes muy bonitos,
cines en versión original, cosa que me encanta, Templo de Debod, Jardines de
Sabatini, disco, cenas, billar, trivial, “500 days of Summer”. Lo bueno, breve…
Terminó cómo me imagino que
acaban muchas historias, ésta tampoco estaba muy definida, cuando le gustas
a una persona, pero no quiere estar contigo porque prefiere estar con otra. No es por ser
ceniza, pero se veía venir, aunque hubo escenas muy románticas y quizás yo fui
demasiado exigente, me cuesta relacionar las relaciones pasajeras que sabes que
lo son, aunque no queramos admitirlo, con el romanticismo y quizás es un error,
pero así pensaba en aquel momento.
Desconozco lo que pensará,
tampoco ahora tiene importancia porque hay mucho camino que recorrer, se
conocen más personas y más personas llegan a formar parte de los recuerdos. Me
gusta mirar hacia atrás con cierto cariño y aprecio, por lo menos las cosas que
considero importantes, las relaciones, sean cuales sean. “Bon voyage, a rivederci, good luck, gracias”
Como el mensaje que me ha
transmitido, “La vida de Pi”, las vida es así, podemos imaginar las cosas o
vivirlas como nosotros queramos, es nuestra elección.
“A veces tenemos que aceptar que hay personas que se quedan en nuestro
corazón, aunque no se queden en nuestra vida”.
A veces un breve encuentro marca la diferencia. Te advierte quizás que las cosas comienzan entonces porque en ese instante han terminado de cerrarse las puertas que estaban entornadas, y es en ese preciso momento cuando te das cuenta que al fin comienzas otra etapa con más fuerza y renovadas ilusiones porque cerrar una puerta es complicado pero no imposible.
ResponderEliminarMuchas gracias por tan bonitas palabras!! Yo creo que esta puerta se cerró hace tiempo, aunque supongo que no lo sabes hasta que lo tienes en frente. Quizás si le tuve muy presente durante un largo período, igual más de lo que imaginaba. Tienes toda la razón para abrir nuevas puertas, renovada, es necesario cerrar las anteriores, luego hay corrientes..
ResponderEliminarDalia Azul