Pescada

La verdad que es una gozada correr en verano, por la fresca y sobre todo en largas pistas o paseos al lado de los acantilados de las playas que aquí en el norte el paisaje  es rocoso y muy verde. La sensación es como si estuvieses volando, te sientes libre, fresca y con muchísima energía y ya tienes las pilas cargadas para todo el día. Además, aprovechando que te levantas a horas tempranas, te da tiempo a hacer de todo.

Hoy ha sido un día muy fructífero hasta que ha llegado la tarde y he sufrido un percance, se ha quedado como una anécdota que a todo aquél que le he hecho eco de la noticia le ha entrado multitud de carcajadas y no es para menos. Ha sido un día de pesca, bueno, ya que en el momento que me ha tocado sujetar la caña, ha picado un pez y no se pesca todos los días y menos en estos tiempos, que por no haber no hay ni peces. Le he vuelto a dejar la caña a mi madre, persona con bastante afán de superación en este arte, yo recuerdo que hasta con palos sacados de la maleza, pescaba sus buenos pulpos en aquello tiempos memorables. Yo he decidido echar un cesto con una sardina, bueno media, a ver si con suerte caía alguna quisquilla, cangrejo, pulpo, pero nada, algas y caracolas. Me he sentado detrás a esperar y mientras me leía un libro cuando mi madre me ha dado con el plomo en la cabeza. Bueno esto ha sido una vez, a la segunda, pensaba que otra vez me había dado en la cabeza, cuando veo que el anzuelo estaba en mi boca. Esto me recuerda a esa escena de la película "Algo pasa con Mary" en la que el protagonista es enganchado por un anzuelo. Pensaba que esto sólo sucedía en las películas, pero no en la vida real también pasa. Me pasa a mí.

Recordando, he hecho memoria y me ha venido a la cabeza otra anécdota, ésta es aún mejor, otra vez pescando en el mismo sitio, pero hace unos años, mi hermano llegó y soltó la frase de "Quién cagó aquí??" con tan mala suerte que había una cagada aplastada en una roca y no hizo otra cosa que resbalar y caer encima de la misma. Ese momento fue buenísimo.

Los veranos están plagados de anécdotas, creo que tengo una lista bastante grande, mañana caminaremos hacia el pueblo y ya correremos otro día, procuraré mantenerme alerta en mis días de pesca o lo sustituiré por la playa que siempre es más tranquila. Por cierto, el agua está a una temperatura muy buena, fría como siempre pero te acabas adaptando.