
Título que lleva esta aventura entre Niki, una chica de 17
años y Alessandro un joven de 37 años, lo de joven es para no marcar tanta
diferencia, pues estas cosas pasan entre todas las edades y como otras
historias nos lo demuestran, La Flaqueza del Bolchevique.
Perdona si te llamo amor, nos hace viajar por las calles de
Roma como otras historias de Moccia, Tres
metros sobre el cielo o Tengo ganas
de ti, pero ésta se trata de un amor más encaminado hacia la madurez de
Niki y la vuelta a la juventud de Alessandro, es ameno, divertido, bonito,
emocionante y además tiene grandes frases, de los más grandes poetas,
filósofos, directores de cine.
Refuerza la amista entre el grupo de las Olas, esa amistad
que se crea a los 17 años y que muchas veces se guarda y permanece en el
tiempo, donde con una sola mirada entre ellas ya saben lo que ocurre, si
transmite tristeza, amor, aventura, nervios, a un paso de pasar por la prueba
de Selectividad, que decidirá tu camino laboral, universidad, módulo, trabajo,
nunca se sabe. Viaje de celebración, donde ayudan a su amiga.
Aquí la gran historia que prevalece es el amor, un amor
fresco, divertido, juvenil y maduro. Aventurero en su viaje a París, ciudad del
amor. Un recorrido caprichoso del destino, sus caminos se cruzan por un casual
accidente. Porque las cosas que deciden nuestro camino son meros accidentes,
que nos llevarán por una carretera o por otra. Y las dos caras con las que se
enfrentan a esa relación, la de la valentía, fuerza y vitalidad de la
protagonista; la otra, el maduro, discreto, temeroso, pues le lleva veinte años
de diferencia, ya ha sufrido los percances de otras historias, pero que al
final, todos somos humanos y en el fondo, muy niños.
Historia muy recomendable para el verano, la playa, donde
las aventuras están a la vuelta de la esquina, sólo hay que encontrarlas y
sobre todo, no temerlas, sumergirse es siempre muy fácil, encauzarlas es harina
de otro costal, pero que siempre riegan nuestros corazones y los hacen bombear
con más vida.
La vena romántica es difícil detenerla…no nos resistamos.
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