lunes, 25 de junio de 2012

Los partidos son para el verano


Junio, sol, ha llegado el verano. Bonita la claridad del día y la noche limpia, pasear por las calles de Madrid, tranquilamente, disfrutando de los edificios, de la brisa de una ciudad viva a borbotones.

Bonito, fue vivir un partido España-Francia, gran emoción, la adrenalina subía antes y después de cada gol, gente que olea su bandera en grandes ocasiones como ésta. Sólo lo descubres en los bares, espuma que sube, pistacho que salta, alabanzas y decepciones, cánticos, bailes, conversaciones por encima del sonido, risas. Algunos aclamábamos nuestra posición como se merece, esperando que los comentaristas no nos acusaran de dopaje, claro que en balón pie, siempre es difícil.

Lo que más me gusta de estas ocasiones,  son que aprovechas para reunirte con amigos, familiares, compañeros y se junta la complicidad con las ganas de pasarlo bien. A pesar de que España lleva la tasa de desempleo de la zona euro a un récord del 11% y nunca debemos olvidarlo, sobre todo a la hora de salir a la calle y reclamar nuestros derechos. Una cosa no quita la otra, si tenemos que animar a nuestro equipo y sentir nuestros colores, pero no solventa el paro, los recortes, la gran crisis que no remonta y los trabajos tan precarios que no están ofreciendo. Vives un momento delicioso, alegre, pero tienes que sumar muchos otros con los que luchar y no nos lo están poniendo muy fácil.

La noche continúa, picoteas en bares claves de tu ciudad, no hay nada como tomarse unos buenos champiñones con jamón y acompañarlos con una cerveza fría, rebosante, negra o rubia, no vamos a poner objeciones. Asientas el estómago, sigues caminando y decides llegar a tu destino, un gran local, con buen ambiente, buena música, tranquila, donde además de poder moverte, puedas apreciar una buena conversación, siguen las risas, vuelves a salir para dirigirte al lugar donde darás todo de ti, bailando con canciones conocidas, otras por conocer, siempre con abanico en mano, pues el aire acondicionado no está de moda en estos ambientes.

Ésta es la parte en la que contoneas tus caderas al ritmo de la noche, como dice la canción, miradas, acercamientos, contactos y despedidas. Llegan los viajes, los búhos nocturnos que en mi caso, lo comparo como un viaje al norte de la península, turismo a altas horas de la noche, paseo de larga duración.

Lo mejor del día o de la noche es que nunca sabemos lo que nos espera, yo iba a ver un partido y terminé con un sarandonga, grandes estos momentos, vividos con gran intensidad, lo más importante, siempre hay que dejar el listón alto porque nunca sabemos cuando volverán a ocurrir. Experiencia muy recomendable, sobre todo en las noches de verano. Luces, sueños, chispas…

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