Pues sí, así nos tratan estos tiempos en los que despertarte
cada mañana es iniciar una nueva búsqueda. Aquélla que nos llevará a
territorios ya explorados en nuestra tarea diaria o a lugares aún sin explorar,
pero para los que nunca estaremos capacitados, quizás por nuestra poca
experiencia o por nuestra escasa pericia en esta frecuente búsqueda de
oportunidades.
Iniciamos pues esa ansiada oportunidad con palabras que
puedan calibrar aquello para lo que estamos
capacitados o creemos ser aptos en los buscadores laborales. Allí, ideamos
perfiles que no sólo ofrezcan nuestras habilidades sino también den cabida a la
ilusión y el ingenio. Y aunque no siempre ofrecemos características verídicas,
si tratamos de falsear algunas para ofrecer un mejor partido a nuestros
demandantes.
Cruda realidad, ya que aún con esas, no somos buenos
productos para suculenta variedad, desde un correcaminos ofreciendo productos y
engañando a quienes les escuchan, hasta un vende sueños al alcance de aquél que
tenga esperanza de que este país salga adelante.
Huíd, nos dicen algunos, todavía hay esperanza en aquellos
países que si no están peor que éste, tampoco están mejor. Añadimos el idioma,
ese gran obstáculo que tendríamos que tener subsanado hace muchos siglos,
teniendo en cuenta que formamos parte de esa gran estructura que es la Unión Europea y que como
pasaporte nos serviría para poder transitar de un espacio y un mercado laboral
extranjero, siendo difícil, es también pedregoso. El dinero, siempre el mismo,
es otro muro que romper, para poder movernos en arenas movedizas y lo que la
mayoría tienen, pero no pueden emplear es esa fuerza, valor, valentía de cruzar
la línea de separación entre países que nos lleve a una nueva vida,
oportunidad, sueño y comienzo.
Reinvéntate, gritan otros, tampoco es tarea ardua. El
ingenio llega a debilitarse por esa pérdida de paciencia, que día tras día, no
llega a darnos una solución. Las oportunidades tampoco son fáciles en este
sector, emprendedores, se llaman. Si llegan a tener una gran idea, una buena
financiación, pueden surgir grandes creaciones de mentes brillantes. No es
fácil, siempre habrá reglas, competencias, sobre todo en un país que se está
recortando el I+D, dificultad para los descubrimientos, al final nos compran
aquéllos que aún en tiempo de crisis, abren esta posibilidad de seguir
creciendo por esta vía. La investigación siempre es necesaria, al igual que la
educación, sin ella es difícil la nueva creación.
¿Qué nos queda? Tomar ejemplo de las dos, seguir luchando
por cumplir nuestros objetivos, innovarnos a nosotros mismos…Lo significativo y
realmente valorable es el desarrollo y crecimiento personal de uno mismo, pero
que sin oportunidades, es loable alcanzarlo hoy en día. Nos quedan más perfiles
que redecorar, más páginas que encontrar, más personas que convencer y las
ganas a aflorar.
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